huye parte 1

En realidad no podía quejarse, la princesa había sido siempre feliz, viviendo su vida de fantasía en el castillo, había oído algunas cosas sobre la guerra, pero como princesa jamás pensó que le afectarían, hasta esa noche en que sus padres la enviaron encubierta a la isla. No tenía los lujos del palacio pero no estaba mal, y tenía la libertad que con sus padres jamás pensó que tendría.

Por supuesto ella no podía saber que estaba huyendo, que la guerra había llegado al castillo, y que no estaba de vacaciones, sino ocultándose de los enemigos de su país,aún fuera de su habitación rosa ella vivía en su mundo de fantasía. Hasta que llegaron las malas noticias, su prometido, príncipe del reino vecino y amigo de muchos años, novio secreto por poco menos, apareció con las más funestas noticias: Sus padres habían muerto.

La alegría inicial por ver a su prometido se desvaneció, sustituida por una sensación desconocida hasta entonces, si acaso similar a caer en la obscuridad, con la incertidumbre de cuando iba a dejar de caer.

Pero no tenía tiempo de lamentarse, el príncipe había venido por ella solo para avisarle de su pérdida, sino también casarse con ella cuanto antes, de este modo su país la protegería,aún si eso implicara entrar en la guerra, pues ella se volvería parte de la familia real y él se convertiría en el nuevo líder del país que acababa de perder a sus dirigentes.

No había tiempo para perder, un barco enemigo se acercaba, los guardias de la princesa y del príncipe no eran suficientes para defenderse, pues si prioridad era pasar desapercibidos, no estar listos para una batalla. demasiadas cosas para una princesa cuya mayor preocupación hasta entonces había sido elegir que ropa ponerse.

La princesa ante las malas noticias y la súbita responsabilidad que caía sobre sus hombros colapsó, no pudo resistir y mientras debía huir, echo a llorar en el piso. poco pudieron hacer los guardias, mas que prepararse para pelear ahora que su huida era frustrada por los llantos de su protegida. pronto surgieron los primeros soldados del barco enemigo con el capitán a la cabeza.