Pastorela

Aunque ya había posteado una primera parte la coloco para tener continuidad:

15 de diciembre de 1931 11:50 PM

La emoción embriago al aspirante a ángel Mizrael, tras mucho tiempo de duro entrenamiento, se encontraba ante lo que sería su examen final, desde que empezó todos los ángeles le hablaron de este día, sin decir nunca en que consistía el examen. Tras cruzar la puerta entre el limbo y el Palacio en el Libro se enfrentaría a sólo una prueba y seria un ángel.

Al cruzar el umbral se encontró con la mayor sorpresa que podía imaginar, el aspirante a demonio Amoon, un escurridizo, pero muy inteligente demonio, de los últimos hijos de Lilith estaba frente a él, retador, sonriendo, preparado para una pelea. El ataque de ambos no se hizo esperar, pero justo antes de siquiera recibir o dar el primer golpe, ambos se detuvieron contra su propia voluntad quedando completamente inmóviles.

"¡Silencio!" retumbó una voz en sus cabezas, solo entonces se dieron cuenta que habían adquirido formas corpóreas humanas. "El examen dará inicio" continuó la voz:

"-Ambos han sido seleccionados para la prueba final, ambos competirán a partir de ahora y sólo el ganador podrá ascender a los círculos como ángel o como demonio. Ha sido seleccionada una porción de humanos en el Libro", en ese momento Mizrael recordó que los humanos tenían otro nombre para el Libro: Tierra. "La Misión para Mizrael consistirá en hacer del aniversario de la llegada del Salvador una fecha que esas personas recuerden y celebren, un momento para acercarlos a la Presencia mientras que la misión para Amoon consistirá en evitarlo. Sin embargo sólo pueden influir en las personas, no pueden ni estorbar su camino ni manipularlos físicamente, el adorar o no a Dios debe ser decisión de los humanos y nada más, el resultado se observará durante el aniversario" sin más palabras el silencio inundó el recinto.

Confundido, Mizrael ya no se vio en ningún lugar conocido por él, sin embargo por todo lo que sabia pudo deducir el lugar, se encontraba por primera vez en el Libro, y según una tabla en un idioma humano en la frontera de Atlanta, Georgia.
16 de diciembre de 1931 00:00

Mizrael no podía estar más confundido ¿Desde cuando los poderes opuestos se reunían y organizaban estas pruebas?¿Por qué?¿Ahora qué hacía?. Fue entonces que escucho risas, al voltear encontró dos de sus más queridos maestros, Nemamia y Meabbia en sus formas humanas.

-¿Confundido?- preguntó Meabbia, tal vez necesites un poco de guía.
-¿No creías que te dejaríamos indefenso en tu primer excursión al Libro verdad?.
Sorprendido y alegre Mizrael pensó que ya no temería nada, al menos por un momento.
-Haz las preguntas que debas hacer pues sólo estaremos contigo hasta el amanecer.

-Expliquenme todo, ¿de que va esto?¿Cómo es?¿Cuando empezó?¿A quién debo guiar? No entiendo nada.

Nemamia comenzó entonces:

-Como sabes durante el entrenamiento nunca estás en contacto directo ni con el Libro ni con los humanos, lo que supone una seria limitante a actuar en él. La inexperiencia hace difícil actuar en el Libro, pero no puedes contactar al Libro antes de terminar el entrenamiento. Más aún si en tus primeros pasos te enfrentas a un demonio experimentado, tu propia esencia se vería amenazada. Eso genera la necesidad de probarte ante el Libro y ante un demonio. Una vez superada la prueba demuestras que eres capaz de manejarte en el Libro.

Meabbia continuó -Por supuesto no somos los únicos con este problema, el poder entrar al Libro no es una restricción, necesitas cierto dominio de tu poder para poder acceder a él, por lo que también los nuevos demonios se enfrentan a este problema. Así surgió la alianza. Uno de los pocos pactos que mantienen los Poderes... a un costo, verás para que el Ángel Caído aceptara las reglas y las sellara de modo que fueran irrompibles puso esta condición, tras la prueba sólo el que ganara podría ser ascendido. Con plena confianza en sus huestes El Verbo aceptó.

Nuestra misión es ser los mensajeros, los anunciadores y a veces los ejecutores de la Palabra, por tanto la prueba debe consistir en nuestra capacidad para transmitir a los humanos lo que ha dicho El Verbo.

-¿Te refieres a la Biblia?, preguntó Mizael.

-Claro que no- Adelantó Nemamia- Eso sólo es lo que alcanzaron a entender los humanos sobre los mensajes que han recibido, no, nos referimos a lo que el Verbo te ordene claro que es más difícil escuchar su Palabra en el Libro, todos los pensamientos humanos interfieren un poco, pero te acostumbraras.

Maebbia interrumpió- Por ahora recuerda tu misión.

Es cierto pensó Mizrael ¿A quién debo guiar para que tome la Palabra?

-Debes poder sentirlo, ya será cuando te adaptes, por ahora cierra los ojos.

Mizrael entonces cerró los ojos y vió claramente un edificio de apartamentos apenas a unos cuantos kilómetros de donde estaba, y de algún modo, la conciencia de como llegar ahí.

Hoy no ando creativo, lo seguiré después